Palabras del Canciller, Héctor Béjar, con ocasión del 200º Aniversario del Ministerio de Relaciones Exteriores

Peru noticias
Señora Vicepresidenta de la República, Dina Boluarte Zegarra,
Señor Viceministro de Relaciones Exteriores entrante, Embajador Luis Enrique Chávez Basagoitia,
Señor Viceministro de Relaciones Exteriores saliente, Embajador Ignacio Higueras Hare,
Señor Presidente de la Comisión Consultiva de Relaciones Exteriores, Embajador Manuel Rodríguez Cuadros
Señor Secretario General de Relaciones Exteriores, Embajador Luis Alberto Castro Joo,
Señores ex Cancilleres de la República, ex Viceministros, ex Secretarios Generales,
Señores Embajadores Directores Generales,
Señores funcionarios del Servicio Diplomático de la República,
Señoras y señores del personal administrativo y de servicios,
Señoras y señores,

Me es muy grato dar la bienvenida a esta casa a la señora Vicepresidenta de la República , Dina Boluarte Zegarra . Su presencia en esta ceremonia conmemorativa del día del diplomático es una expresión del compromiso del Gobierno del profesor Pedro Castillo con la institucionalidad del Servicio Diplomático de la República.

Al conmemorarse el Día del Diplomático y un aniversario más de la creación del Ministerio de Relaciones Exteriores, quiero hacer llegar a todos los funcionarios, en Lima y en el exterior, y al personal administrativo y de servicios de esta casa, un cálido saludo, las felicitaciones y el reconocimiento del Sr. presidente de la República, por su entrega y profesionalismo al servicio al país, al Estado y a la Nación.

Los funcionarios diplomáticos son profesionales especializados en el servicio a los altos intereses de la Nación, es decir del pueblo peruano. Por ello, en el cumplimiento de sus funciones tienen y deben tener una acendrada vocación patriótica. El patriotismo que es la identidad misma de la función diplomática supone el conocimiento profundo de la realidad nacional. De la vida y aspiraciones de todos los peruanos. Sin distingos de ninguna naturaleza. La diplomacia peruana tiene que inspirarse en la naturaleza pluriétnica y plurinacional de la patria. Y ser profundamente sensible con los problemas y las carencias de los marginados, los pobres y los excluidos. La meta última de la diplomacia es contribuir a que el Perú sea una nación democrática, integrada, con cohesión social, sin injusticias, donde no existan el racismo y la exclusión. Una diplomacia solidaria con los sectores más vulnerables de la población y al mismo tiempo plenamente consciente que los intereses nacionales corresponden a todos los peruanos.

Estoy seguro que esta inspiración orienta el trabajo diario de todos los funcionarios diplomáticos, administrativos y de servicios de la Cancillería. Como lo enuncie el día de ayer, la política exterior prioriza los componentes sociales de los intereses nacionales. En virtud de esta orientación, nuestra diplomacia tiene una agenda de libertad, de globalidad planetaria, de humanismo y de justicia. Trae consigo una política exterior de paz, amistad sincera, cooperación y entendimiento con todos los países del mundo, especialmente nuestros vecinos y principales socios comerciales, económicos y los vinculados a la defensa nacional, sin distinciones de corte ideológico.

La primera prioridad es avanzar de manera sostenible y coherente en el combate a la pandemia del COVID-19 y sus efectos devastadores; lograr la inmunización de toda la población; reactivar la economía; crecer con equidad social; y revertir la regresión que el Perú ha sufrido en la lucha contra la pobreza y la extrema pobreza.

Tengo la certeza que, aunque el camino no estará exento de dificultades, seremos capaces de cumplir plenamente con este cometido. Con el concurso y respaldo de todo el equipo que integra el Ministerio de Relaciones Exteriores. Y con el valioso concurso que estoy seguro tendré del Embajador Luis Enrique Chávez, como Viceministro de Relaciones Exteriores y Jefe del Servicio Diplomático de la República, cuyas calidades personales y profesionales todos conocemos y apreciamos.

Señoras y señores,

En lo inmediato, buscaremos articular las estrategias de la política social con las acciones internacionales para implementar la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. Se brindará especial énfasis al cumplimiento de las metas referidas al fin de la pobreza, la erradicación del hambre, logrando la seguridad alimentaria; garantizando una vida sana y una educación de calidad; con igualdad de género; asegurando el acceso al agua y la energía; adoptando medidas urgentes contra el cambio climático.

En el ámbito regional, seremos coherentes y consecuentes con la tradición histórica de la diplomacia peruana, por lo que renovaremos nuestro compromiso con la UNASUR, impulsándola como organismo de cooperación y consulta que afirme el rol de Sudamérica en la política internacional. También trabajaremos en la reforma de la Comunidad Andina y el fortalecimiento de la capacidad de acción de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Actuaremos para que la institucionalidad democrática en Venezuela pueda ser restituida a través de un proceso de diálogo efectivo y creíble, entre el gobierno venezolano y la oposición con el concurso de la comunidad internacional. Propiciaremos la convergencia de todas las acciones e iniciativas internacionales con el Grupo de Contacto, al cual nos asociaremos, con la finalidad de obtener la realización de elecciones libres, democráticas y justas en Venezuela bajo estándares internacionales.

Trabajaremos por incrementar la vinculación con las comunidades peruanas que viven en el exterior. Por ello, tal como lo señalé ayer, remitiremos al Congreso de la República el proyecto de Ley sobre Los Derechos de los peruanos y peruanas en el exterior. Del mismo modo, respetaremos los derechos de los inmigrantes y refugiados residentes en nuestro país, incluidos los de los migrantes venezolanos.

El desafío que tenemos enfrente requerirá de todos nosotros un trabajo proactivo, lleno de creatividad, actitud rigurosa y motivación, basado en el profundo conocimiento y sentir de la patria, con arraigo en principios éticos y con una visión social clara a futuro.

Recorreremos juntos un nuevo capitulo en la historia de Torre Tagle. Uno que camine de la mano con la historia de Perú profundo. Que abra las puertas de la política exterior a la sociedad civil y a los gobiernos regionales, provinciales y locales en una efectiva diplomacia descentralizada.

El día del diplomático es una fecha de la institución. De reafirmación de sus valores y su historia. Quiero decirles que soy un convencido que el pleno respeto a la institucionalidad del Servicio siempre debe ser una política de Estado. Como la propia política exterior. Por eso nunca más debemos permitir situaciones como las que en 1992 llevaron al cese arbitrario e inconstitucional de 117 funcionarios del Servicio. Ente ellos sus mejores exponentes. El pueblo peruano sabe que la institucionalidad del Servicio Diplomático es un patrimonio de la Nación. Nuestra tarea es fortalecerlo y coadyuvar a su continuo perfeccionamiento.

El mejor homenaje al bicentenario es reafirmar esa institucionalidad y reafirmar su compromiso con los intereses nacionales. Con los de la Nación.

En esa convicción quiero en esta oportunidad rendir homenaje al personal administrativo de la Cancillería, a los empleados, a las secretarias y asistentes, al personal de servicio, a los conserjes, a los choferes, cuyo trabajo silencioso y a veces olvidado es el sistema circulatorio de la institución.

A todos los que hoy realizan esas labores y a los que trabajaron desde hace doscientos años en sus oficinas, escaleras y habitaciones, a los que produjeron miles de documentos mecanografiados o digitales, a los que con su trabajo de limpieza preservan este patrimonio nacional que es Torre Tagle. Y a quienes con su diligencia aseguran el destino de las comunicaciones.

Este homenaje y reconocimiento quiero simbolizarlo en la trabajadora o trabajador que actualmente tiene el mayor número de años en el servicio administrativo y de servicios de la institución. En la persona de la Sra. Violeta Castillo Bermúdez, que ingresó a la Cancillería el 28 de noviembre de 1970. Posee 50 años, 8 meses al servicio de esta institución. Y ha aportado lo mejor de sus capacidades, lo mejor de su vida al Servicio Diplomático.

Sra. Violeta Castillo Bermúdez, me es muy grato y tengo el honor de imponerle la Condecoración José Gregorio Paz Soldán, en el grado de Gran Oficial, por su abnegado trabajo de más de 50 años, en Lima y en el exterior, al servicio del Estado, la Nación y esta Institución. Lo hago en reconocimiento a su trayectoria de vida y como un símbolo adicional de reconocimiento y gratitud al trabajo de todos los servidores administrativos y de servicios de la Cancillería.

Muchas gracias.


Vía Gob.pe

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