MIMP: Exresidente de Inabif hoy es profesional en panificación y pastelería

Cuando Wendy Velásquez tenía 10 años ingresó al Centro de Acogida Residencial (CAR) Ermelinda Carrera del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), al encontrarse en riesgo por desprotección familiar. Allí, además de cobijo y protección integral, recibió como ella dice “una formación que la ayudó a salir adelante y tener una mejor vida profesional”.

Durante su permanencia de siete años en el CAR administrado por el Programa de Integral Nacional para el Bienestar Familiar (Inabif), Wendy recibió mucho cariño y cuidados y además pudo participar en talleres ocupacionales, siendo la repostería la especialidad que captó su especial atención. Descubrió entonces que esta era su vocación, la cual, tiempo después, le facilitó su inserción en el mundo laboral.

“Cuando estuve en el hogar Ermelinda Carrera pude terminar mis estudios y aproveché mis tiempos libres (en las tardes) para asistir a los talleres de repostería”, recuerda. Con orgullo, Wendy señala que su especialidad son los dulces, particularmente los queques y alfajores.

Las habilidades de la adolescente no pasaron desapercibidas para la madre Estela Portilla, exdirectora del CAR Ermelinda Carrera, por ello la apoyó para que obtenga una beca en panadería y pastelería en un reconocido centro de estudios, que concluyó con mucho esfuerzo y tesón, graduándose hace 11 meses.

Todo lo aprendido hasta ese momento fue plasmado en una empresa privada durante un año, pero su afán de retribuir lo otorgado por el Inabif la llevó a regresar al CAR Ermelinda Carrera hace unos meses, esta vez, en calidad de chef.

Hoy, Wendy prepara nutritivos platos para beneplácito y satisfacción de las residentes que ven en ella un ejemplo a seguir.

“El Inabif me brindó protección y apoyo, además me dio las herramientas para luchar en la vida y la oportunidad de cumplir con mi vocación; por eso estoy muy agradecida con el hogar. Un albergue no es lo que algunos piensan, nos ayuda mucho cuando una no cuenta con apoyo familiar, como fue mi caso”, manifiesta con total seguridad.

Wendy hoy está casada y tiene un hijo. “Nada es fácil en la vida, pero cuando una se lo propone se logran muchas metas como culminar los estudios, aprender un oficio y formar una familia. Así lo hice yo, gracias al Inabif”, comenta.

El Inabif desarrolla, ejecuta, supervisa y evalúa proyectos y servicios que permitan a las familias y sus integrantes en situación de riesgo y/o vulnerabilidad, asumir sus roles y funciones bajo un enfoque de género y de derechos a nivel nacional.

Además, el Inabif trabaja en la prevención, protección, atención y apoyo de los niños, niñas, adolescentes, jóvenes, discapacitados y adultos mayores en situación de riesgo y/o abandono.



Vía gob.pe

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