Turberas andinas son un gran aporte del Perú para el mundo en la COP23
Bonn, 13 de noviembre.- Poseen 100 veces más carbono que los bosques tropicales y son considerados un ecosistema único por ser una solución al cambio climático, las turberas andinas llaman la atención del mundo por su alta capacidad de almacenamiento de carbono, y el Perú es el segundo país, después de Indonesia, con mayor extensión de turberas tropicales.
No obstante, las turberas son un tipo de humedal que está siendo amenazado por la deglaciación, por lo que hace falta producir una mayor información científica y tecnológica sobre la extensión y el estado de las turberas andinas.
“Es por eso que desde el Ministerio del Ambiente (MINAM) estamos comprometidos en promover una política basada en evidencias para la toma de decisiones con miras a administrar, conservar y mantener nuestros humedales”, sostuvo la Ministra del Ambiente, Elsa Galarza durante la reunión de la Iniciativa Global Peatland, realizada en el marco de la Cumbre Mundial del Clima (COP23).
Ésta contó con la participación del Director Ejecutivo Adjunto del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UN Environment), Ibrahin Thiaw; la Ministra del Ambiente de Indonesia, Siti Nurbaya Bakar; y el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la República Democrática del Congo, Amy Ambatobe Nyongolo. Estos dos países junto con el Perú y la República del Congo conforman la Iniciativa Global Peatland que busca mejorar la conservación, la restauración y la gestión sostenible de las turberas, la mayor reserva de carbono orgánico terrestre del mundo y así evitar su emisión a la atmósfera.
Durante la reunión, la Ministra Galarza resaltó la experiencia del complejo de humedales del río Pastaza, situado en la región Loreto, que se extiende aproximadamente en 3.8 millones de hectáreas, lo que hace que este complejo – también llamado Abanico del Pastaza – sea considerado el Sitio Ramsar o humedal más grande del Perú. “Se estima que el carbono capturado es de alrededor de 300 mil millones de toneladas métricas. Ya hemos iniciado desde el MINAM el proceso para gestionar de manera sostenible este humedal, a través del trabajo conjunto de las autoridades regionales y locales”.
En ese sentido, la Ministra del Ambiente señaló que la Iniciativa Global Peatland podría contribuir a completar la información de otras zonas que componen este sitio Ramsar y ayudar a diseñar y ejecutar una estrategia de trabajo, que incluya todas las provincias ubicadas en el Abanico del Pastaza para así garantizar una gestión eficiente del sitio. Cabe indicar que esta área es rica en bosques de palmeras y pesca para el consumo local. Estos productos pueden ser la base de las cadenas económicas sostenibles que generen ingresos directos para la población local, permitiendo valorar el potencial del humedal para el desarrollo de la comunidad.
De otro lado, la Ministra del Ambiente destacó que en términos de movilización de recursos financieros, el Perú ha desarrollado un marco legal para la retribución de los servicios ecosistémicos y que actualmente se están generando los arreglos institucionales para crear fondos ambientales con las contribuciones de los usuarios del agua. Estos fondos se invertirán en capital natural, es decir, en el origen de las cuencas que en muchos casos incluyen los humedales.
“Queremos validar y traer intercambios a escala local, regional y nacional existentes, resaltar aquellas experiencias que permitan enfrentar las amenazas que se ciernen sobre las turberas andinas; contribuir en la generación de nuevas políticas y la implementación de las ya existentes, tales como: la protección de los encabezados de las cuencas hidrográficas y el programa de recolección de agua, llamado Sierra Azul”, mencionó.
Cabe indicar que el Perú, a través del PROFONANPE, está ejecutando el primer proyecto a nivel mundial financiado por el Fondo Verde para el Clima, denominado “Construyendo Resiliencia en los Humedales de la Provincia Datem del Marañon”, que busca mejorar la resiliencia de las comunidades nativas, sus medios de vida y reducir 1.30 millones de toneladas de CO2 causados por la deforestación.
Fuente: MINAN
